¡LÁRGATE, POBRE GILIPOLLAS!
(Carla Bruni esperando al Presidente)
Te preparas toda la vida para ser presidente de Francia y, cuando te toca, el destino te pone al lado a un bombón (jamelga, tití, pivón) que no te deja concentrarte…
Sarkozy sabe que todo el tiempo que le dedique a Francia será tiempo que no le dedique a ella. Muchos buenos ratos se perderán como lágrimas en la lluvia.
Tiene que ser muy duro querer regresar a casa para zumbarte a la Bruni y que te pongan una reunión de emergencia, que te manden repasar 4 discursos o que te llame Zp para charlar -ilusionado- sobre la alianza de las civilizaciones…
Con una novia así, cualquier machote se encerraría en casa 6 meses. En cambio él, venga a madrugar y a tragarse sapos…Venga a levantarse temprano, dejando a la Bruni entre las sábanas, en lencería fina, diciéndole palabras como «Mais Oui…» ,»adieu», «soleil» con esa boquita de piñón. Si este hombre no ama a Francia, que venga Dios y lo vea.
Sarko, me pongo en tu piel y me imagino que empiezas a estar harto de todo. De los codazos que se dan por lo bajinis en el consejo de Ministros cada vez que bostezas. Dirán: «se la estuvo zumbando anoche». De que los paparazzis te busquen chupetones en el cuello…De tener que taparle la boca a la Bruni para que los mayordomos del Elíseo no oigan vuestros orgamos.
No hay nada peor que tener que controlar esa pasión. Con la de kikis que te estás perdiendo, y encima los electores te retiran el saludo. ¡Vamos, hombre! ¿Qué más quieren? Estoy contigo: tus electores son unos gilipollas que no tienen corazón. Entre el amor y el Estado, que gane el amor.
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Cositas buenas 
febrero 27, 2008 a 1:18 pm
Buenas… No estoy de acuerdo con tu planteamiento. Hace unos pocos meses, Sarkozy nos propicio un buen número de sketches de humor de primera fila: momento FBI en el yate, vacaciones en el mar con parada en Petra, loco romance con modelo, arrepentimiento ante exmujer… Ahora, con la popularidad por los suelos y eclipsado por su novia, Sarkozy no parece el mismo. Está cabizbajo, meditabundo, huraño y sin su habitual empuje. Siempre he mantenido que Sarkozy es lo mejor que nos podido pasar a los españoles. Avergonzados por el ridículo adolescente de Aznar en el mundo, Sarkozy corrobora que hay seres patéticos en todos los lugares, incluso en una gran potencia como Francia. ¡Por el bien de España Sarkozy debería dejar a la pécora de Bruni y volver al camino del patetismo!
febrero 27, 2008 a 2:02 pm
No, al contrario. Yo estoy a favor (en post anteriores) de esos momentos de humor. Pero frente a los que le dan leña, a mí me gusta el personaje. Es humano. Presume de novia, como si fuera un Alfredo Landa que se liga a una noruega. Tiene cosas de bufón entrañable. Y sobre todo, frente a un presidente casto, me mola uno consumido por las debilidades humanas. Hay que meterse en la piel del personaje. Pensar en todo lo que le está pasando. El momento histórico que vive y la jamelga que le cuelgan al lado. El dilema: ¿Qué hacer, volvarme en mi país o volcarme en la Bruni?…Ahora no tiene empuje porque ha comprendido que no está en la cima del mundo. Ha sido como un niño que pierde la inocencia. Le envidian, le putean, le hacen ver que la vida no es una pasarela…Pero vamos, insultar a un votante es algo de comedia patética :), de esos momentos en que el personaje ha tocado fondo y encima le llueve.
febrero 27, 2008 a 4:56 pm
jaja!
Es como cuando ves «Love Actually», y piensas que nunca podrían pasar en la vida real las cosas que le pasan al primer ministro (Hugh Grant). Y luego va y aparece Sarkozy en escena…
A mí también me gusta pensar que esos seres que habitan los parlamentos son humanos, lo que pasa es que estamos acostumbrados a que sean marionetas en manos de asesores de imagen y consejeros, que impiden que sucedan estas cosas. Aunque viendo a Bush, uno pierde la fe en el gremio de asesores de imagen y consejeros. ¿Estará el mundo del espectáculo ganando la batalla a la política y su sobriedad? (Si es que un día la tuvo).
Y mientras todo esto ocurre, Sarkozy se sigue petando a la Bruni, como ya hiciera en su día Kenedy con la Monroe. ¿Quién dice que ser presidente es aburrido?
febrero 27, 2008 a 5:05 pm
Claro, yo pienso lo mismo. Ten en cuenta que al principio todo tuvo que ser a escondidas, llamaditas, sms, etc. Con que Sarko se confundiera y le enviara un tórrido mensaje de amor a Putin ya la tenemos liada 🙂
febrero 27, 2008 a 6:12 pm
Es evidente que como personaje literario es un filón. Sin embargo, imagínate al francesito medio, tirando a progre, que está cenando un bocata en bagete y viendo al Gabilondo gabacho y ve a SU presidente haciendo esas mamarrachadas. Cómico… y a la vez trágico.
febrero 27, 2008 a 7:52 pm
Pues ahí hay comedia. El francesito en paro escupiendo la baguette al ver a Sarkozy en Preta:) De comedia italiana, claro. No sé, es como si Lubitsch se hubiera dicho: no voy a hacer chistes de los nazis porque matan gente. En serio, Sarko da para tres ensayos. Se comporta como el capo de una republica bananera. A mí su ceguera me parece genial.
febrero 27, 2008 a 8:20 pm
Hablando de nazis, ¡que grande la secuencia de Dino Risi!