SECUESTRADO
Como en una peli de terror, mi blog decidió separarse de mí mismo hace un par de semanas. Quizás quería perderme de vista, pero el caso es que se lanzó a navegar él solito, sin reconocerme como padre del invento. Se volvió desmemoriado, y ya me veía en una versión cibernética de El hijo de la novia. No me dejaba escribir, lo que llegué a interpretar como una de esas señales simbólicas que preconiza el tunante de Paulo Coelho. Lo curioso de todo esto es que la gente me ha visitado más cuando no escribía, cuando intelectualmente estaba atado de pies y manos. Ha sido como ver tu funeral y no poder animar a los dolientes.
Lo peor es la dependencia que acabamos teniendo de la tecnología, y las emociones que estos cacharros nos provocan. Parece increíble que cuatro cables y un trozo de sílice nos causen ansiedad, pero así somos.
Etiquetas: blogs, dummies, informática, Internet, mundo, Mundo Raro
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agosto 4, 2008 a 7:40 pm
tu comentario en el post anterior bajo el nombre de Susana es escalofriante. Eh. que soy yo… Me recuerdas un poco al protagonista de la mosca, la versión clásica. Nadie le oye, nadie le ve… Atrapado fuera de ti mismo Carlos, da miedo, jejeje